lunes, 7 de enero de 2013

Para empezar en positivo


Por José Luis Marrero
@joseluismarrero


Muchas veces los adultos, los padres, los educadores, nos quejamos por llegar tarde en la educación 2.0 con nuestros hijos y alumnos. En ocasiones, nos dedicamos a poner parches o a... corregir los errores que han cometido en el uso de los ordenadores, las redes sociales, los smartphones, el iPad...

Pues esta vez no va a ser así. Estoy gratamente sorprendido por un artículo que me ha llegado, de la profesora Hofman, aunque su principal título de experiencia sea de la de ser madre de cinco hijos tal y como empieza su propia biografía en su blog



Le ha regalado un iPhone a su hijo mayor, Gregory, que en su recién estrenada adolescencia se debe haber sentido "extrañamente famoso" por el contrato con el que su madre le ha obsequiado, a la vez que le regalaba el iPhone.


Pienso que está redactado con realismo, desde la propia experiencia, con un cierto punto de ironía pero con mucha sabiduría de madre que sabe con lo que se va a encontrar su hijo. Aquí os dejo una traducción del "contrato". Y una sugerencia: quitad "iPhone" y poned "iPad", "portátil" o lo que queráis... seguro que servirá para tener una buena charla familiar sobre los dispositivos electrónicos.



Querido Gregory:
¡Feliz Navidad! Ya eres el orgulloso propietario de un iPhone. ¡Impresionante! Eres un chico de 13 años bueno y responsable y te mereces este regalo. Pero aceptarlo significa aceptar una serie de normas y obligaciones. Por favor, lee con detalle el siguiente contrato. Espero que comprendas que es mi deber educarte para que seas un joven sano y maduro, capaz de funcionar en el mundo y de coexistir con la tecnología, no de vivir controlado por ella. El incumplimiento de esta lista significará que dejarás de ser dueño del iPhone.
Te quiero con locura y estoy deseando compartir varios millones de mensajes de texto contigo en el futuro.
  1. El teléfono es mío. Yo lo he comprado. Yo lo he pagado. Te lo estoy prestando. ¿A que soy estupenda?
  2. Siempre sabré la contraseña.
  3. Si suena el teléfono, contéstalo. Es un teléfono. Di hola, sé educado. No ignores nunca una llamada si la pantalla dice "Mamá" o "Papá". Nunca.
  4. Entrega el teléfono a tu padre o tu madre sin falta a las 19.30 en días de colegio y a las 21 en fin de semana. Permanecerá apagado durante la noche y lo volveremos a encender a las 7.30 de la mañana. Si es un momento en el que no llamarías a nadie al teléfono fijo -que pueden descolgar los padres-, no llames ni envíes un mensaje. Haz caso a tu instinto y respeta a otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.
  5. El teléfono no va al colegio contigo. Habla en persona con la gente a la que envías mensajes. Aprender a hacerlo te vendrá bien en la vida. Lo de las medias jornadas, las excursiones y las actividades extraescolares tendremos que estudiarlo especialmente.
  6. Si se cae al váter, se cae al suelo y se destroza o desaparece, tú serás responsable de lo que cueste arreglarlo o sustituirlo. Corta el césped de algún jardín, cuida niños, ahorra dinero de cumpleaños. Algo pasará, así que debes estar preparado.
  7. No emplees esta tecnología para mentir, burlarte de otro ser humano ni engañarle. No participes en conversaciones que hieran a otros. Sé un buen amigo antes que nada, o si no, mantente al margen de las disputas.
  8. No digas nada, ni por mensaje, ni por correo electrónico, ni por teléfono, que no dirías en persona.
  9. No digas nada, ni por mensaje, ni por correo electrónico, ni por teléfono, que no dirías en voz alta con sus padres presentes. Censúrate.
  10. Nada de porno. Busca en internet información que no te importe compartir conmigo. Si tienes alguna pregunta sobre algo, házsela a una persona; preferiblemente a tu padre o a mí.
  11. Apágalo, siléncialo o guárdalo en público. Sobre todo en un restaurante, en el cine o mientras estés hablando con otra persona. No eres un maleducado; no permitas que el iPhone te cambie.
  12. No envíes ni recibas fotos de tus partes íntimas ni de las de otra persona. No te rías. Algún día tendrás la tentación de hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es peligroso y podría arruinar tu vida de adolescente, universitario o adulto. Es una mala idea, siempre. El ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil conseguir que desaparezca algo de semejante magnitud, incluida una mala reputación.
  13. No hagas millones de fotos y vídeos. No es necesario documentarlo todo. Vive tus experiencias. Quedarán almacenadas en tu memoria para toda la eternidad.
  14. Déja el teléfono en casa a veces y quédate tranquilo con la decisión. No está vivo ni es una prolongación tuya. Aprende a vivir sin él. Tienes que vencer el miedo a perderte algo.
  15. Descárgate música que sea nueva, o clásica, o distinta a la de los millones de chicos como tú que escuchan exactamente las mismas cosas. Tu generación tiene la mayor facilidad de acceso a la música que ha existido jamás. Aprovecha ese don. Amplía tus horizontes.
  16. Juega a un juego de palabras o de preguntas de vez en cuando.
  17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo a tu alrededor. Asómate a una ventana. Escucha a los pájaros. Sal a pasear. Habla con un desconocido. Pregúntate cosas sin necesidad de buscarlas en Google.
  18. Meterás la pata. Te confiscaré el teléfono. Nos sentaremos a hablar sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo estamos aprendiendo sin cesar. Estoy de tu parte. Estamos juntos en esto.
Espero que te parezcan bien estas condiciones. La mayoría de las enseñanzas que enumero aquí no sirven solo para el iPhone, sino para la vida. Estás creciendo en un mundo rápido y cambiante. Es emocionante y seductor. Procura no complicarte las cosas siempre que puedas. Confía en tu inteligencia y en tu enorme corazón por encima de cualquier máquina. Te quiero. Espero que disfrutes de tu increíble iPhone.
Besitos
Mamá
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.



Mañana más.

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